'Ley Trans'

Montero promueve los cambios de sexo sin control aunque no sabe cuántos menores se arrepienten

La 'Ley Trans' permite el cambio de sexo sin control y contra la opinión de los médicos

Así queda la Ley Trans, la polémica norma sobre la que alertan feministas y psiquiatras

Ley Trans
Irene Montero.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, promovió la conocida como Ley Trans sin conocer cuántos menores se arrepienten de haber cambiado de sexo. Una decisión que, advierten asociaciones y profesionales, puede resultar crítica para los menores.

Así lo ha reconocido su departamento a preguntas de OKDIARIO. Este periódico se interesó, en concreto, por el número de personas arrepentidas tras iniciar un procedimiento de cambio de sexo. Igualdad reconoce que no dispone de la información y precisa que, en el caso de las personas que solicitan una modificación de la mención del sexo registral tras haber realizado una modificación previa, «el Ministerio competente que podría tener conocimiento de este dato es el Ministerio de Justicia». Mientras que «si se refiere al número exacto de personas que reorientan o abandonan un proceso de transición corporal, dicha estimación entraría dentro del ámbito de las competencias del Ministerio de Sanidad».

Varias asociaciones han advertido de las consecuencias de esta ley, que permite cambiar de sexo sin condicionantes. La norma elimina el requisito de dos años de hormonación y la necesidad de contar con un aval médico para modificar el sexo y el nombre en el registro. Con la Ley Trans, se podrá solicitar ese cambio sin más declaración que la del propio interesado, y sin intervención alguna del médico ni que medie un proceso fisiológico. A partir de los 16 años, el cambio será totalmente libre. Entre los 14 y los 16, el menor tendrá que estar asistido por sus representantes legales, y entre los 12 y los 14 años habrá de contar con la autorización de un juez. No obstante, en estos casos se establece también que si existen «desacuerdos» entre el menor y sus progenitores se nombrará un «defensor judicial», lo que abre una vía para que puedan proceder al cambio aún sin consentimiento paterno.

Igualdad, en su respuesta, considera también que arrepentirse de un cambio de sexo no tiene que identificarse como un «fracaso». Más bien lo contrario, sostiene que es un «éxito de la autodeterminación».

Discrepancias

Este texto impulsado por el Gobierno ha sido aprobado, finalmente, con un acuerdo entre los dos socios, a pesar de que durante su tramitación ha evidenciado las diferencias existentes en este tema.

Durante la primera fase de tramitación en el Congreso, los socialistas presentaron enmiendas al texto para endurecer la autodeterminación de género de los menores y también el proceso de reversión de una persona que se hubiera cambiado el nombre y el sexo en el Registro Civil. Estas propuestas fueron rechazadas por la mayoría de la Cámara en el debate en la Comisión de Igualdad y el PSOE decidió retirarlas y no llevarlas a debate al Pleno del Congreso, ni presentarlas de nuevo en el Senado.

Nuevo sí es sí

El debate en el Congreso fue especialmente crítico. La representante del Partido Popular, María Jesús Moro, reprochó a la ministra que no hubiese aprendido nada de lo ocurrido con la Ley del sólo sí es sí y la acusó de «experimentar con las personas», además de pedir su dimisión. «Es una ley equivocada y dañina», aseveró la diputada popular, reclamando a Montero que «no venda esta ley como un éxito, ni como progreso, ni se ría de las lágrimas que provoca».

«Veo desgarro en madres con experiencias tremendas de sus hijos arrepentidos por decisiones irreversibles», advirtió.

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